Metanol

 

     No todos los alcoholes se pueden ingerir, tal es el caso del metanol, que es bastante venenoso tomarlo, respirarlo por períodos prolongados, o dejarlo por mucho tiempo en contacto con la piel, puesto que puede producir ceguera y hasta la muerte.

 

     El alcohol etílico como materia prima exclusiva para bebidas gravadas fuertemente con impuestos y por ser un reactivo esencial; debe estar al alcance de la industria en una forma que no se pueda beber. Para tal efecto, se le debe agregar un desnaturalizante, es decir, una sustancia que le confiera mal sabor o, incluso, elevada toxicidad. Siendo uno o dos de los aproximadamente, ochenta desnaturalizantes legales, el metanol y la gasolina de alto octanaje. Mientras que, cuando surge la necesidad, también se dispone de alcohol etílico puro, sin desnaturalizantes, para fines exclusivamente químicos; pero su empleo es estrictamente controlado por los gobiernos.